julio 28

Kung-fu para jóvenes

Kung-fu permite aprender cualidades físicas y desarrollar capacidades personales

Muchos jóvenes están interesados por las artes marciales. Generaciones que crecieron en diferentes épocas viendo películas y series dedicadas a diferentes modalidades. Una histórica es «Kung-Fu», serie de los años 70 que dio a conocer las milenarias técnicas chinas a la sociedad. Actualmente es una realidad y hay miles de academias como longhujingshen.com donde imparten clases físicas y técnicas, mayoritariamente a jóvenes.

Ejemplo de Kung Fu. Artes marciales procedente de China y que tiene gran popularidad.

Kung-fu. Foto: Marko ice (Wikimedia)

Para los que conocen el Kung-fu, es más que un simple hecho de aprender artes marciales. Su mecánica permite conocer y desarrollar habilidades físicas y actitudes en una persona: constancia, dedicación, paciencia y seguridad. La mente es esencial. Es una manera de controlar la ansiedad y el estrés, más propio para gente adulta; pero que también permite la canalizar toda la energía que puede gastar un crío. Practicar Kung-fu puede ser una actividad más dentro del amplio espectro que hay para que los padres puedan elegir las actividades para sus hijos.

También es un bálsamo para mejorar la autoestima en jóvenes bastante tímidos e introvertidos. No sólo es cuestión de defensa personal; permita ganar seguridad para enfrentarse a determinados aspecto de su vida cotidiana que se van complicando a medida que van creciendo.

Taller de Kung Fu. Una buena manera de hacer entender Kung Fu a los jóvenes. Muchos organizan talleres para introducir a los jóvenes en el Kung Fu.

Taller infantil de Kung Fu. Foto: CeciliaSJ (Wikimedia)

Por otro lado, la práctica del Kung-fu permite adquirir un sentido de la disciplina importante, con mayor o menor intensidad, de forma amateur o profesional…da igual; mejorar cada día, sobreponerse a las dificultades mediante trabajo, trabajo…y trabajo. No hay más. Como en la vida. Así, el joven experimenta una mejora no sólo física, sino también estructural, de orden y planificación. En general, las artes marciales suelen cumplir esta funciones y las academias suelen ser buenas opciones para implementarlas en los niños y los adolescentes.

Muchos empiezan desde jóvenes como actividad complementaria a los estudios en el cual pueden desarrollar una mayor capacidad física, así como mayor concentración, flexibilidad física, etc. Todo para conseguir -mediante juegos y ejercicios- la mejora de las cualidades motrices. Los ejercicios permiten desarrollar y consolidar la masa muscular, a tener una mayor capacidad aeróbica y mejora la densidad ósea, en otras palabras: tener unos huesos fuertes.

Otras razones para enseñar Kung-fu a los jóvenes es la capacidad de mejora de la herramientas sociales. Es decir, adquirir la conciencia de respeto social al ciudadano. En clases de este arte marcial se aprende el respeto (de discípulo a maestro). Asimismo, la solidaridad y camaradería hacia los compañeros; por ejemplo, que un alumno más veterano ayude al recién llegado en la integración y en los entrenamientos…y lo más importante de todo, disfrutar y hacer amigos.